04 abril 2010

El Apagón

El apagón

Hoy quiero, en un galerón,
relatarles lo que pasa
cada vez que en un casa
se produce un apagón.

La primera precaución
es ver si hay luz en la calle,
y observado ese detalle
lo segundo es dar un grito
diciéndole al muchachito
que se acueste y que se calle

Y aquí comienza un trajín
de policíaca novela
por encontrar una vela
que nadie encuentra por fin

"Voy por ella al botiquín"
dice usted desafiador
y sale con tal furor
que en su ceguedad de fiera
no ve que al pasar lo espera
la pata de un mecedor.

"¿Qué te sucede, Gaspar?"
Un pujido es la respuesta
"¿Qué te sucede? ¡Contesta!"
le vuelven a preguntar

Y vuelto un caimán un jaguar, un jabalí
responde usted "¡me caí!"
y luego añade despacio
lo que por falta de espacio
no consignamos aquí.

En tan triste situación
se oye que alguien revela
"¿qué están buscando? ¿la vela?
pues yo la vi en el fogón"

Como en una procesión
el grande, el pequeño,
el chiquito
corren al sitio descrito
y sacan la vela pegada
del fondo de un perolito.


Ya puesta en el comedor
o en algun cuarto la vela
lo que sigue es una pela
de las de marca mayor
porque el niño un tenedor
ha puesto en ella a calentar
pretendiendo no escuchar
la voz que dice impaciente:
"deje la vela Vicente,
¡porque lo voy a pela'!"


Cesa al fin el apagón
y al prenderse los bombillos
un ¡viva! dan los chiquillos
y uno que otro grandulón
y usted, que aunque cuarentón,
es ingenuo todavía
mientras acuesta a la cría
le adelanta a su mujer:
"mañana al amanecer,
demando a la compañía"






Autor: Aquiles Nazoa

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