MujerMujer, dame la red de tu cariño.
Dame aquellas angustias perfumadas
Como rosas del cielo deshojadas
Sobre la seda azul de tu corpiño.
Refúgiame otra vez en el armiño
De tus manos piadosas y calladas,
Cuando vi reflejarse en tus miradas
La candorosa timidez de un niño.
Dame las horas que viví de prisa
Asomado al balcón de tu sonrisa.
Más alejadas cuanto más las sueño.
Estoy tan solo. Y el invierno es crudo?
Y errante va mi corazón desnudo
Igual que un perro que perdió su dueño.
Autor: Raúl Contreras
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