A UN AMIGO
¿Eres dichoso? Si tu pecho guarda
Alguna fibra sana todavía,
Reserva el don que mi amistad te envía,
¡El tiempo de apreciarlo nunca tarda!
Mas si cruel destino te acobarda
Y tu espíritu, hundido en la agonía,
Divorciarse del cuerpo sólo ansía
Porque ya nada de la vida aguarda,
Abre ese libro de inmortales hojas,
Donde el genio más triste de la Tierra
—Águila que vivió presa en el lodo—
Te enseñará, rimando sus congojas,
Todo lo grande que el dolor encierra
Y la infinita vanidad de todo.
Autor: Julián del Casal