-Poemas cortos de amor.Poemas para la mujer. Palabras de amor. Poemas de amistad.Poemas fechas especiales.
02 agosto 2013
Poemas Al Árbol de José Martí
Árbol De Mi Alma
Como un ave que cruza el aire claro
siento hacia mí venir tu pensamiento
y acá en mi corazón hacer su nido.
Ábrese el alma en flor: tiemblan sus ramas
como los labios frescos de un mancebo
en su primer abrazo a una hermosura:
cuchichean las hojas: tal parecen
lenguaraces obreras y envidiosas.
A la doncella de la casa rica
en preparar el tálamo ocupadas:
ancho es mi corazón, y es todo tuyo:
todo lo triste cabe en él, y todo
cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere!
De hojas secas, y polvo, y derruidas
ramas lo limpio: bruño con cuidado
cada hoja, y los tallos: de las flores
los gusanos del pétalo comido
separo: oreo el césped en contorno
y a recibirte, oh pájaro sin mancha
apresto el corazón enajenado!
Autor: José Martí
24 junio 2012
Poemas Al Árbol De Garza Humberto

El Árbol
Se está vaciando el árbol por la herida más grande,
por esa herida vieja que ya no cicatriza.
Los caracoles suben como vendajes largos
por la dura corteza, a salvarle la vida.
Se está quedando solo en la llanura verde,
allá en el desamparo de oscuros mediodías.
Un tesoro de ritmos le llega desde lejos
y un aroma impreciso le cae desde arriba.
En medio del silencio que satura a la tarde,
burla sufre y desprecio de extrañas comitivas;
al querer explicar sus agudos misterios
las palabras del árbol se manifiestan frías.
De caridades vive, pero tal vez lo ignora,
poco a poco la sombra deja de ser su amiga;
su languidez proyecta sobre la fresca hierba
una ilusión que a todos causa piedad y risa.
Sopla para los otros abanico del aire,
este árbol perdió su piel de melodías;
la falda de la noche ocultará su viaje,
estas últimas horas que vive... son las mías.
Autor: Garza Humberto
06 agosto 2010
Poema Del Árbol

Poema Del Árbol
Árbol, buen árbol, que tras la borrasca
te erguiste en desnudez y desaliento,
sobre una gran alfombra de hojarasca
que removía indiferente el viento.
Hoy he visto en tus ramas la primera
hoja verde, mojada de rocío,
como un regalo de la primavera,
buen árbol del estío.
Y en esa verde punta
que está brotando en ti de no sé dónde,
hay algo que en silencio me pregunta
o silenciosamente me responde.
Sí, buen árbol; ya he visto como truecas
el fango en flor, y sé lo que me dices;
ya sé que con tus propias hojas secas
se han nutrido de nuevo tus raíces.
Y así también un día,
este amor que murió calladamente,
renacerá de mi melancolía
en otro amor, igual y diferente.
No; tu augurio risueño,
tu instinto vegetal no se equivoca:
Soñaré en otra almohada el mismo sueño,
y daré el mismo beso en otra boca.
Y, en cordial semejanza,
buen árbol, quizá pronto te recuerde,
cuando brote en mi vida una esperanza
que se parezca un poco a tu hoja verde.
Autor: Antonio Machado
Poema Árboles de Ciudad

Árboles de Ciudad
Vuestro tronco era esbelto y verdecía,
sorbiendo soles allá en el cerro alto:
os arrancaron del paisaje un día,
para dar sombras sobre el negro asfalto.
Estáis aquí, anclados en la acera,
para manchar de verde el gris urbano;
se alarga en vano vuestra larga hilera
por ver el monte en el azul lejano.
¿Qué cruda mano os puso en estas calles
sin secreto, de ruido atormentadas?
¿Por qué os hurtaron a los hondos valles
llenos de dulces tardes sosegadas?
La tórtola no vierte sus arrullos,
árboles de ciudad, en vuestras ramas;
ni escucha vuestra copa los murmullos
que el viento dice al bosque y las retamas.
Como a niños de hospicio, uniformados,
la simetría vuestro tallo muerde,
¡Árboles de ciudad, civilizados,
sucia de grises vuestra capa verde!
Yo estoy como vosotros, prisionero,
hambriento de altos cielos y paisajes;
soñando siempre estoy con un sendero
que haga eterna mi sed honda de viajes.
Autor: Alfonso Álbala
Poema Himno al Árbol

Himno Al Arbol
Árbol hermano, que clavado
por garfios pardos en el suelo,
la clara frente has elevado
en una intensa sed de cielo;
hazme piadoso hacia la escoria
de cuyos limos me mantengo,
sin que se duerma la memoria
del país azul de donde vengo.
Árbol que anuncias al viandante
la suavidad de tu presencia
con tu amplia sombra refrescante
y con el nimbo de tu esencia:
haz que revele mi presencia,
en las praderas de la vida,
mi suave y cálida influencia
de criatura bendecida.
Árbol diez veces productor:
el de la poma sonrosada,
el del madero constructor,
el de la brisa perfumada,
el del follaje amparador;
el de las gomas suavizantes
y las resinas milagrosas,
pleno de brazos agobiantes
y de gargantas melodiosas:
hazme en el dar un opulento
¡para igualarte en lo fecundo,
el corazón y el pensamiento
se me hagan vastos como el mundo!
Y todas las actividades
no lleguen nunca a fatigarme:
¡las magnas prodigalidades
salgan de mí sin agotarme!
Árbol donde es tan sosegada
la pulsación del existir,
y ves mis fuerzas la agitada
fiebre del mundo consumir:
hazme sereno, hazme sereno,
de la viril serenidad
que dio a los mármoles helenos
su soplo de divinidad.
Árbol que no eres otra cosa
que dulce entraña de mujer,
pues cada rama mece airosa
en cada leve nido un ser:
dame un follaje vasto y denso,
tanto como han de precisar
los que en el bosque humano, inmenso,
rama no hallaron para hogar.
Árbol que donde quiera aliente
tu cuerpo lleno de vigor,
levantarás eternamente
el mismo gesto amparador:
haz que a través de todo estado
?niñez, vejez, placer, dolor?
levante mi alma un invariado
y universal gesto de amor!
Autor: Gabriela Mistral
Poemas al Arbol

Árbol De Fuego
Son tan vivos los rubores
de tus flores, raro amigo,
que yo a tus flores les digo:
"Corazones hechos flores".
Y a pensar a veces llego:
Si este árbol labios se hiciera.
¡ah, cuánto beso naciera
de tantos labios de fuego.!
Amigo: qué lindos trajes
te ha regalado el Señor;
te prefirió con su amor
vistiendo de celajes.
Qué bueno el cielo contigo,
árbol de la tierra mía...
Con el alma te bendigo,
porque me das tu poesía.
Bajo un jardín de celajes,
al verte estuve creyendo
que ya el sol se estaba hundiendo
adentro de tus ramajes.
Autor: Alfredo Espino